IX JOSERRA ROMAÑA J.R.

                                                                 MAIATZAK 11 MAYO
                                                                    larunbata/sábado
                                                                 Bilbao/Portugalete
                                                             

Aquí están las fotos de la Romaña por gentileza de Alberto Lizarraga y Joseba González,gracias a los dos por estar en el ojo del huracan. Y aqui os dejo la crónica de A.Lizarraga,gracias por tu colaboración,eskerrik asko

Así da gusto. Una martxa que empieza al lado de casa. Quizás menos gente que en otras ocasiones pero la plaza Zabalburu estaba animada.

Romaña, presidente del Ganerantz Mendizale Taldea informa de un pequeño cambio en el recorrido, ya que las autoridades medio-ambientales no han autorizado el paso de la martxa por la zona del riachuelo Bolintxu (una pena), y también nos anticipa un cambio, ya de mayor trascendencia, para el año que viene, consistente en un recorrido absolutamente distinto e internacional, ya que propone iniciar la martxa en Ampuero (Cantabria).

Por lo demás, temperatura fresquita pero ideal para empezar a andar, sobre todo teniendo en cuenta que la cosa empieza con una buena cuesta hasta el barrio de San Adrián, luego Larraskitu y sin parar de ascender hasta la cima del primer monte, el Arnotegi. Vistas espectaculares, aunque todo el mundo pasa como un tiro, Bilbao de punta a punta.

En el descenso es donde han alterado el recorrido respecto a ediciones anteriores y nos desviamos por pista primero y cemento después hacia Buia y Seberetxe, para, desde allí, volver al monte y subir por un sendero que siempre me ha gustado hasta el Pastorekorta. El último repecho ya me gusta menos, pero nuevamente la vistas hacen que el esfuerzo merezca la pena. Desde aquí, toboganes hasta el Pagasarri y repecho breve para subir hasta la antena del Ganeta. El recorrido por el Biderdi al Ganeko, no por conocido y repetido en mil ocasiones deja de ser uno de mis preferidos.

Ahora toca el incómodo descenso hasta la pista que conduce al Gongeda y desde allí, pasando por el Zamaia y su famosa grieta, bajar por un tramo un tanto pesado a Alonsotegi, donde espera el primer avituallamiento que resultó completo como siempre.

Repuestas las fuerzas (+ ó -) toca atacar la cuesta de cemento por la que se inicia la subida desde Alonsotegi al Apuko. Aquí alguno que yo me sé, se estuvo acordando del avituallamiento un buen rato. La segunda parte del ascenso compensa el rollo de la primera y, poco a poco, se acomete la última cuesta que lleva hasta el control de la cima del Apuko/Ganeroitz. Nuevamente toca baja incómoda, que aprovecho para hacer una cabriola con un resbalón. Una vez en la pista relax, que ahora viene lo peor; paso por el barrio de Saratxo con su ermita de San Sebastián (qué cachondos) y empieza el primer tramo de la subida al Eretza, sigue el segundo, el tercero... como los hemos cogido con tranquilidad, hasta aquí sin problemas. Cuando se ve el último tramo, que empieza con una bajadita como para coger carrerilla, siempre impresiona, pero suave, suave, se sube en un visto y no visto. De la cima del Eretza, nuevamente por otra bajada incómoda y van ya..., se llega al avituallamiento en La Berenílla.

Después de un breve descanso reparador, seguimos hacia el cordal que va desde el Aldape hasta el Alto de Galdames pasando por el Gasteran, Ganeran y Pico Mayor, en un sube y baja que va agotando las fuerzas que quedaban. Este año ha habido suerte y no hace calor, es más la temperatura es ideal para andar y eso facilita mucho el esfuerzo. Ya sólo queda bajar a Peñas Negras para acometer el último tramo, que como en todas las martxas es el que parece más largo. Toca paseo por La Arboleda hasta llegar al Mendibil con su mega-antena y de allí, bajar y subir, al Argalario, última cima del recorrido.

Paso por el último avituallamiento (el más light) y largo descenso hasta Trápaga para pasar la pasarela del bidegorri a Portugalete (fin del recorrido), donde viendo quién esperaba daban ganas de hacer el recorrido al revés y volver a casa sin parar.